ahí vamos...

Me aburrí. Tengo mil cosas qe hacer pero no ay caso. No puedo. Es algo más fuerte qué yo. No quiero ... por más que mi sentdo de compromiso me comprima el cerebro y esa weá que se llama conciencia ataquie mi organizmo... no puedo.
Hay ciertas veces dóndedebemos aprender a decir basta. A Correr del sistema para no salir penosamente aplastados por la mano gugante del cansancio, de la fatiga, des stress... y lo peor, de la rutina.
Pero iqual sigo aquí, voy al colegio, me despierto tempranos, me canso, salgo en la noche, me canso, duermos, pero sigo cansada. Es esa sensacion de que haces cosas pero que e verdad no haces. Esa sensación gracias a la que descubres que hay un mundo entero justo y perfesto para tí, para que descubras, para que conozcas, para que lo odies, o para que lo ames.
Ese mundo en el cuál la rutina no te sirve, porque esmuy extenso, porque no tiene límites y porque no hay horarios, porque sabes qué mientras tú te despiertas hay alguen que se está durmiendo, mientras tú callas alguien grita, mientras tú ríes alguien llora y así. Pero forma parte de tí, de lo que eres, serás o fuiste, de eso que nos conforma como humanos, como seres pertenecientes a esta raza no-póngida, capaces de racionar, de sentir, de esconder todo eso que nos hace similares los animales y que nos hace capaces de fingir...

*y todo porque me aburrí.