Porque sólo quiero un motivo para perder el tiempo, para reírme con ganas... de verdad.
Quiero perderme contigo. Perderme, desaparecer, arrancar, correr. Que me raptes del fin y me lleves a empezar. A empezar de nuevo, como un fenix, un nuevo inicio; lejos de todo, de ellos, de los suyos, de los del resto, de todos, de los demás. Comenzar en dónde no importe nada más que tú y yo. En un espacio distinto, aparte, extraordinario. Aljado de todo... y de todos. Un lugar al cuál sólo tengamos acceso nosotros, y en el qeu nadie pueda irrumpir. Un mundo feliz, alejado de todo lo que podría contamionarlo. Sin sociedad, sin estereotipos, sin nescesidades que vayan más allá de la respiración y la mantención del aliento. Aliento que tú me darías, día a día. Aliento que yo te entregaría, con toda mi devoción. Un espacio tan íntimo y perfecto que sería casi un sueño. Una utopía.

No es sólo una idea ni un pensamiento, es una nescesidad de mi organismo, es la forma que tengo de vaciar mi mente. Te sigo esperando. Te nescesito encontrar o que me encuentres... si el tiempo, la misma respuesta de siempre... pero ya no quiero más tiempo... no tengo más que esperar es eso o escapar; pero no me queda tiempo para eso.