Carta hacia el sujeto. Sin Mala Onda.

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Sujeto:


Se convierte en un sentir gutural. Como que no naceen tu cabeza sino que en tu intestino. Como que quieres expulsar el sentimiento, ahogarlo, apagarlo y extinguirlo pero no puedes y cada cierto tiempo una de esas jugarretas macabras -ya sea del destino o de tu propia mente- lo hace resurgir y te lo refriega en la cara... sólo para que no olvides que está ahí, patente, latiendo.
Es una sensación despreciable, molesta, lo peor es que persiste y no se va. No importa cuanta Buena onda intente inyectar... siempre la mala onda renace y me convierte en presa de mis sentimientos, de mis rencores, de mi memoria.
Esa memoria que no olvida, y que menos perdona. Mi inconciente... ese bicho que me hace decir cosas en los momentos menos oportunos... No, no confio en ti, Si, te quiero y tal vez demasiado, si te odio como nunca antes he odiado a alguien. ¿Razones? hay muchas.. demasiadas como para explicarlas... por El?... No. No es por el.. eso es sólo una excusa para poder sustentar el odio.. pero la verdad es diferente, la razón es, tal vez mucho más estúpida... lo sé.. seria más convincente si El fuera el problema.
Tal vez fue un golpe demasiado duro para mí. Si lo fue. Tal vez es una de las peores cosas que me haya pasado en el último tiempo... o tal vez eso es darle demasaida importancia. Ahora ya no importa... ahora puede incluso que lo agradezca por que me hizo abrir los ojos.
Lo peor que le puede pasar a alguien es darse cuenta que las personas en que más confiabas, no valen la pena. Si cualquiera lee esto va a notar mucho resentimiento y si, tal vez si... todos sentimos resentimiento por algo en mayor o menor medida... Pero la desilución es el peor de los sentimientos.. porque es ahí cuando pierdes todas las esperanzas. Esperanzas de que haya sido sólo un malentendido, sólo una mala semana, un mal momento, un mal argumento, un sencillo desacuerdo.
No, no lo olvidaré. No puedo. No no hay disculpas por pedir ni nada que perdonar. Es algo que de un modo u otro se instaló en mi cabeza. Es una rabia de infancia tal vez es por que representas todo en lo que no me quiero convertir, o en lo que me prohibieron convertirme. Tal vez por tu modo e tratar a las personas, tal vez por tu forma de ser, por cómo hablas, caminas, por los gestos que haces y las gente que frecuentas. Me caes mal, no te soporto. M e encanta que estés ausente, no verte y no contaminarme de Mala Onda de esa "estela" que dejas cuando pasas. Si. Lo admito. Me carga compartir mi espacio contigo, porque no quiero que me lo quites.
Me has quitado demasiadas cosas como para querer compartir contigo nada más.
¿Acaso no te basta?
No. Tal vez para ciertas personas no es nunca suficiente. No, no basta ocn una o dos. Tienen que ser tres y cuatro. No. No lo permitiré. No, no son celos. Es precaución. No me importa si lo haces conciente del daño que provocaste, o que a la larga me provoqué sola autoconvenciéndome que aquella persona no lo haría, que confiaba en mí, que era mi amiga. Pero la verdad no tardó en salir. Los enlaces se rompen cuando un elemento más electronegativo entra en juego. El problema es que ahora hay otros enlaces en juego. unos mucho más importantes y más verdaderos. enlaces de esos que yo espero no perder nunca. Esos enlaces con los que de verdad te sientes como un gas noble. Estable, Perfecto. No lo permitiré...
Por mí, puedes irte a cualquier otro lugar, lejos muy lejos, de mí para no verte más, nunca más.

Abril, 16 . 2008