Saltando la rutina...

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Es raro cuando te saltas un día. Sea por el motivo que sea. Es como si todo dejara de tener el mismo sentido. Te relajas sí pero como que logras ver las cosas desde un punto nuevo. De partida te sientes como en un mundo nuevo, medio vedado para todos aquellos con alguna ocupación importante. Y se abren las puertas a ese mundo tan poco explorado por tí. Te das cuenta de lo pequeño que eres y de que la vida sigue siempre aunque sea sin tí.

Empiezas a pensar en que va a ser de tí en un tiempo más, cuando ya no quede nadie, cuando todos se vallan y no tengas ninguna entretención. Prepararte para el futuro, como dirian algunos. Evitar algún fracaso, o evitar que el fracaso evitado se vuelva en contra.

Como todo es una apuesta. Y como siempre apuestas a ganador. Sabes que no puedes perder, de todas formas nunca pierdes.

Te das vuelta y sientes como tu estómago se contrae. No, no es colon esa idea ya la descartaste hace rato. Tu sistema nervioso ataca de otras formas (cierto?). Debe ser algo que comiste... O tal vez la necia nescesidad de sentirte requerida en algún aspecto de la vida de algún otro ser humano. Sea lo que sea estás tómao que se contrae, sin poder comer nada de verdad, escuchando radio y viendo la tele de las dueñas de casa. Estás chata. Duerme... Descanza.