De nuevo, una vez más. No debiese sorprenderme, pero lo hace. Ya sé que no bedí creer, que nisikera debí haberte hablado desde un principio... pero no lo pude evitar. La simple sensación de hacerle sentir mal me hacía delirar.
No no debí creerte, no de nuevo. Ya me has demostrado -y con creces- que no eres de fiar.
Que no importo.
Porque todas las veces que yo dije, "no no importa", "no... olvídalo" no eran así. Debiste saberlo. Pero claro, no me conoces. Y siento que eso es lo peor de todo. NO ME CONOCES. Jamás te perdoné. Por lo menos no de verdad. Sólo quería obtener algo. Una simple necesidad.
Nunca volví a confiar de verdad... o por lo menos esa no era mi intención. Pero termin´ñe haciendolo. Terminé emocionándome por algo que nunca debió suceder desde un comienzo.
No, no eres imprescindible, y para el caso, ni bueno ni mejor. Pasaste desde ser uno de aquellos a uno cualquiera, de esos con los qeu te topas después de mucho tiempo y conversan pero que ambos saben qeu nunca lograrán volver a la intercomunicación real. Esa de sólo una mirada para comprender que pasaba por la mente del otro. Al parecer las tardes de risas, de llantos y asociados han sido reducidas a recuerdos vagos y lejanos. Recuerdos que ya nunca volverán a ser realidades. Simples Recuerdos.
Adiós ? ... Procura ser feliz.
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