Saturday, December 13, 2008

Ella se sentó en la cama deshecha. Apoyó su mano en las sábanas rojas que tanto amaba... aquellas sábanas rojas que conocían tanto de ella. Solía desahogar todas sus penas en aquellas fibras. Era un algodón que definitivamente, conocía su historia.
El no se tardó en acompañarla. puso su abeza en su regazo, como solía hacerlo cuando sucedía algo... cuando le procupaba algo.. cuando algo sencillamente no iba bien.
Ella comenzó a acariciarle la cabeza de forma mecánica, como si lo hubiese hecho muchas veces antes. Se sentían extraños estando ahí juntos. Habían pasado muchos meses desde la última vez que se vieron

-¿Cómo no fuste capaz de decirmelo?
- Era demasiado doloroso
- y ahora.. ¿cómo se siente?
- Peor
- Adiós. ya no.. no quiero.. no puedo. Adiós.
Lo besó por última vez, dio media vuelta y partío llorando, con el corazón destrozado... jurando que jamás volvería a verlo.

Ella recordó la sensación de aquel día y le pareció tan absurdo. "Jamás es una palabra demasiado peligrosa" cerró sus ojos y una lágrima calló directo a la mejilla de quien estaba descanzando en su regazo.

- Jamás pensé que podríamos volver a estar así
"Jamás es una palabra demasiado peligrosa"
-
Yo tampoco
- Siempre te amé. Sé que cometí demasiados errores. Lo siento
- No soy quien para perdonarte. Lo importante es que estás aquí. Que sigues siendo tú, que sigo siendo yo. Que seguimos siendo nosotros.

Ella se recostó en la cama, sin dejar de acariciar su cabeza, cerró los ojos y automáticamente ambos se quedaron profundamente dormidos.

2 comments:

Franelì said...

:) que tierna, a mi me gustan los reencuentros.
aunque se que "siempre" es una palabra media peligrosa también, igual la digo x) me gusta.



Whisper said...

oooooooooooooohhhhhhhhhh!!!!!!!!...

me gusto tu texto, tiene algo muy especial....
xao