Caemos incontrolablemente en las ansias que nos produce el deseo, la ilusión y la imaginación de toda una maquiavelización originada en nuestros cerebros. Sucumbimos ante el placer de la comodidad. No avanzamos y permanecemos en la caverna, porque es mucho más cómoda que salir a la intemperie, al frío y la oscuridad de la noche, a todo aquello que desconocemos.
El problema es que obviamos una parte importante. Esa parte crucial en la que descubrimos. Dónde tocamos, olemos, saboreamos y miles de acciones más que se resumen en un sólo término. Experimentar. Ampliamos nuestro horizonte, nuestro espacio ya no es una burbuja, por desición propia -lo que empequeñece el abismo al que nos enfrentaos cuando un objeto exterior rompe nuestra pequeña pompa de jabón- .
Se trata de crecer, de conocer, de admirar. De zafarse de la comfort zone, y adentrarse en un paraje extraño. Un nuevo continente, nueva costumbres.
Metáforas? .. No, no todas.
No comments:
Post a Comment